jueves, 20 de mayo de 2010

CARTA DE AMOR

Supongo que ya ni te acuerdas de mí y que esta carta tan sólo es, para ti, la danza al fuego de un loco -uno más- implorando volver a encontrarse contigo, sabedor de que la distancia, como el viento, avivó su llama para apagar la tuya y es en su propio danzar dónde encuentra alivio. O al menos consuelo.
Supongo que no me recuerdas y que tu día a día fluye a tal ritmo que ni te permites malgastar un segundo en pensar cómo me va a mí sin ti.
Supongo que me olvidaste con la misma facilidad con que se olvida el sueño de una siesta y que tan sólo fui en tu vivir un fugaz amor de verano. Uno más en un verano cualquiera.

Sin embargo yo no puedo evitarte en mi mente.

No soy capaz de apartar de mi recuerdo la sonrisa que me regalaste cuando, tras varios años de lejanas miradas, celoso de quién te acompañaba, me atreví, por fin, a acercarme a ti.
No consigo sacarme de las entrañas el sonido de tu risa como respuesta a mis infantiles reacciones ante tus continuas sorpresas.
Me sigue ardiendo la mano cuando al mirarla la imagino amarrada a la tuya en alguno de aquellos interminables paseos compartidos.
Y me sigue, cada día, excitando el evocar en mi soñar cada recoveco de tu cuerpo, del cual soy capaz de definir, con absoluta precisión, cada uno de sus innumerables matices.

Y sinceramente, hoy, con esta misiva desesperada que supongo que tal vez ni tan siquiera llegues a leer, tan sólo me quiero confesar.

Quiero confesarte que te quiero desde mucho antes de conocernos. Que te deseo desde que, por vez primera, supe de ti y que ese deseo se ha hecho exponencial tras aquellos días que pasamos unidos. Que cuando intimo con otra siempre me parece poco al compararla contigo. Y que sé que antes o después volveré a por ti y que cuando vuelva, serás mía -aunque de nuevo sólo sean pocos días- de nuevo.

Porque esta es la única y verdadera realidad y voy a decírtela en tu idioma y de forma bien clara para que no te quepan dudas de mis sentimientos hacia ti: I love you, NY.

4 comentarios:

  1. Sí, es posible que nunca llegue a leer esta entrada. Pero bueno, ya se la llevarás en mano.

    Espero que tu amor no llegue al extremo de aquel que le puso a su hija el nombre de "ilóveny" (verídico; aunque creo que lo leyó en una camiseta y que no sabía ni lo que significaba).

    Con lo poco que me llaman a mí las megalópolis amercianas, el caso es que a todos los que han ido les gustó NY. El último aprovechó y se dio el capricho de un paseo en helicóptero.

    Si alguna vez paso cerca con mi C4, tendré que parar a echar un vistazo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Ya me parecía a mí muy romántica como para que se lo escribieras a una chica...
    La verdad es que NY enamora. Yo también lucharé por ella, compañero; o a lo mejor podemos hacer un trío...

    ResponderEliminar
  3. Joe que nivel tiene esto!! Me ha gustado mucho esta entrada y el guiño que has hecho. Saludos a todos

    ResponderEliminar
  4. Aprendiz de brujo21 de mayo de 2010, 14:16

    Ingeniosa historia de amor. Me ha gustado.A ver cuando tengo pasta y tiempo pa ir a NY, cojones.

    ResponderEliminar