• Sólo el perro puede simular el aullido del lobo, sobre la nieve, bajo la luna, entre los abetos.
• Si aprendieran a escribir, ¡qué destrozo no harían con el papel los gatos!
• El maullido es la engolada voz de la soberbia. El ladrido, un eco lejano de la melancolía.
• La mirada del perro —perdida toda esperanza— es capaz de hacer al suicida soltar la navaja, alejarse de la cornisa, desanudar el nudo de la soga.
• Cuando llueve, los gatos sueñan con un cuenco de bolas de pienso; los perros, con que detrás de las tripas les florezca el alma.
• Los colmillos de los gatos penetran en la carne como los de las serpientes.
• Habrá un Juicio Final para los perros. Y habrá misericordia para aquellos que se dejaban tirar de las orejas por los niños.
• Para ocupar el vacío que deja un perro, no bastaran mil gatos, sobrara el corazón.
• Solo el perro —herido de muerte— puede querer pasar su última hora a los pies de su amo, frente a la chimenea, tratando de que su sangre no estropee la alfombra.
Recuerdo que hace años, antes de entrar en casa, en el espacio que hay entre la verja y la puerta del hogar, vi un gato muerto en la puerta de la misma. Se lo había cargado uno de mis perros. Supongo que fue la versión sangrienta a tu post.
ResponderEliminarA mí me encantan los perros y a su vez odio a los gatos, pero no lo podía haber expresado con mejores palabras que tú.
Yo odio a los gatos, que me dan una alergia del copón.Aunque daría un par de años de mi vida por tener su elasticidad.Y respeto muy mucho a los perros.
ResponderEliminarLo cierto es que la única condición innegociable que le puse a mi esposa el día que me casé con ella es que no trasladara a nuestro domicilio conyugal a la gatita que tenía en Cantabria y a la que tantas cucamonas hice al comienzo de nuestro noviazgo por razones que todos podeis imaginar.
Los animales pal campo y pal pueblo.
Aunque parto de que los animales no se encuentran entre mis pasiones si tuviera que elegir entre gato o perro me decantaría por el primero.
ResponderEliminarMe encantan los gatos, independientes y solo te dan su cariño cuando les apetece y realmente lo mereces, con los perros simplemente por el hecho de ser su dueño ya tienes ganado diariamente sus caricias. Creo que precisamente eso es lo que buscan quienes tienen uno, alguien que les de su amor incondicional y que les necesite... Pero no es algo reprochable, cada uno cubre sus necesidades afectivas como quiere, hay otros que tienen un niño...
Incluso otr@s se casan...
ResponderEliminarO, de hecho, se emparejan...
ResponderEliminarNo coincido con alguna cosilla, pero me ha encantado. Me ha aprecido muy poético, sin caer en lo ñoño.
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