jueves, 10 de junio de 2010

PENSAMIENTOS ANTES DE LA FINAL DEL MUNDIAL

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Johannesburgo, 11 de Julio de 2010. 20 horas y 20 minutos:

Por fin ha llegado el día que siempre soñé desde que soy niño, el de estar en la final de un Mundial, representando a mi país, España. Ya tengo todo el uniforme puesto, he calentado bien y estoy preparado para dar lo mejor de mí.
Es increíble el ruido que hay en el Estadio, se puede escuchar desde aquí, desde el vestuario, el rugir a las masas. Espero no acusar la presión cuando me silben, pues seguro que lo harán.
Noto a mi equipo algo nervioso, supongo que es normal esa tensión en estos momentos previos –incluso supongo que es bueno tenerla-, seguro que una vez que la final arranque desaparecerán los nervios. Lo que he de intentar yo en estos momentos previos, como buen líder, es transmitirles mi total confianza en ellos y darles seguridad.

La verdad es que si me paro a pensarlo esto abruma. Es increíble la de millones de personas que van a estar pendientes de nosotros y de mí en concreto y las alegrías o tristezas que puedo provocar. ¡Puf, ahora me vienen a mí los nervios!. Tengo que dejar de pensar en ello y relajarme, simplemente intentar estar bien concentrado en cómo hacer las cosas, tal y cómo sé hacerlas y como me he preparado para ello, para este día tan grande.
Será muy importante que me mueva bien, especialmente en diagonal, que esté atento a cada detalle, a cada movimiento de desmarque y, sobre todo, no puedo cometer ningún error dentro del área, pues podría ser definitivo. Ahí, dentro del área, no puedo dudar, esa será la clave del éxito.

Creo que ya es el momento, pues los compañeros regresan del túnel de vestuarios:

- ¡Jefe!, todos están ya preparados, los uniformes y botas OK y nosotros estamos dispuestos ¿Salimos ya?
- Sí chicos, mucho ánimo que todo va a salir de maravilla, concentraros en el juego e intentad que no os influya el ambiente. Esperad que coja las tarjetas y el silbato y vamos al terreno de juego.
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5 comentarios:

  1. Ja, ja. Buen final, sí señor.
    Todo el rato pensando que el protagonista era Raúl Sánchez Blanco y resultó ser Brito Arceo.

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  2. ¿Y no pensabas, más exactamente, en Raúl González Blanco?

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  3. Cooooooooooooño. Eso pasa por escribir con prisas desde el curro.
    Como se entere MI Raúl..., que quede entre nosotros, ¿eh? Será nuestro secreto.

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  4. Muy bueno, sobretodo el final.

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  5. Me ha gustado, apañero, muy buen final.

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