jueves, 5 de agosto de 2010

DESDE MI VENTANA

Una joven pareja pasea. Feos ambos. Con pocas perspectivas de cambiar de acompañante. El brazo derecho de él se apoya sobre el hombro derecho de ella, abarcándola. Sin detener el paso le da un beso en los labios. Cariñoso. Descuidado. Cumplidor. Ella mira arriba, al cielo, como despistada. Se pierden en la distancia. Imagino otro beso cuarenta pasos adelante. Mejor no perder lo que jamás pueda ganar.
Siete mesas de terraza alineadas. Cuatro sillas vacías acorralando a cada una. Reunión de espacio e impuestos inutilizados. El dueño del bar, generoso mostacho en rostro, gesto serio y brazos cruzados, las observa preocupado. No le salen las cuentas. Y mira que son sencillas, cero más cero, nada.
Una muchacha rubia, de larga cabellera lisa, camina rauda con una bolsa roja de Galerías Preciados en la mano derecha. Sospecho que llega tarde a una cita. O a coger el autobús. ¿De Galerías Preciados? Hace demasiado que esas bolsas perecieron con la empresa que anunciaban. ¿Acaso sobrevivieron a su progenitor?
El viento sopla. Hace de mediador entre el sofocante calor de agosto y el sudor de los transeúntes. Agita las ramas de los árboles que en parejas se enfilan hasta amenazar con cortar la carretera. Mueve los hilos que sostienen los papeles tirados sobre el asfalto y los hace bailar al son que marca su música. Una mujer mayor, sentada en un banco, se quita con desprecio el que se ha ido a posar sobre su florado vestido. Nunca sopla a gusto de todos.
Cuando hace tanto que no escribes, hasta describir lo que ves desde tu ventana es un desafío.
Encienden las farolas. Llega la noche.

3 comentarios:

  1. Decía antes de que el dichoso portatil se fuera al peo, que desde mi ventana veo agua.
    Para reconfortar el alma no existe una visión mejor.

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  2. Para reconfortar el alma lo mejor............

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  3. Bien, Rapajic, bien.Ameno,lúcido,bien escrito y sobre todo breve.
    Me ha encantado.

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